La cirugía endoscópica craneal es un procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo que utilizamos para tratar una variedad de condiciones que afectan al cerebro y al cráneo. En lugar de realizar una incisión grande en el cráneo, como en la cirugía tradicional, realizamos pequeñas incisiones y se utiliza un endoscopio, que es un instrumento delgado con una cámara en el extremo, para acceder al área afectada.
Durante la cirugía endoscópica craneal, se inserta el endoscopio a través de una pequeña abertura, dependiendo de la ubicación del problema. La cámara en el extremo del endoscopio transmite imágenes en tiempo real a un monitor, lo que permite ver el área de trabajo con gran detalle.
Una vez que el endoscopio está en su lugar, podemos tratar la condición subyacente, como extirpar tumores cerebrales, corregir malformaciones congénitas, drenar hematomas o aliviar la presión sobre el cerebro.
La cirugía endoscópica craneal ofrece varias ventajas sobre la cirugía tradicional, incluyendo una recuperación más rápida, menos dolor y menor riesgo de complicaciones. Además, al ser menos invasiva, puede reducir el tiempo de hospitalización y permitir que los pacientes vuelvan a sus actividades normales más rápidamente.
La hidrocefalia es una condición médica en la que se acumula líquido cefalorraquídeo (LCR) en el cerebro, lo que provoca un aumento en la presión dentro del cráneo. Esto puede causar una serie de síntomas, que van desde dolores de cabeza y náuseas hasta problemas de visión y dificultades para caminar. La cirugía endoscópica craneal es una muy buena opción de tratamiento para la hidrocefalia, especialmente en casos en los que se necesita una intervención quirúrgica para drenar el exceso de líquido cefalorraquídeo y aliviar la presión en el cerebro.
Los tumores cerebrales pueden crecer en diferentes partes del cerebro, lo que puede afectar funciones vitales. La cirugía endoscópica craneal ofrece una serie de ventajas importantes para el tratamiento de tumores cerebrales, incluyendo mayor precisión, menor daño al tejido circundante, recuperación más rápida y menor riesgo de complicaciones. Sin embargo, la idoneidad de este enfoque dependerá de varios factores, incluyendo el tipo y la ubicación del tumor, así como la condición general del paciente, y debe ser evaluada por un neurocirujano de nuestroequipo.
Los adenomas hipofisarios son tumores que se desarrollan en la glándula pituitaria, una pequeña glándula ubicada en la base del cerebro. Estos tumores pueden causar una variedad de síntomas, dependiendo de su tamaño y ubicación, como problemas de visión, cambios en la función hormonal y dolores de cabeza. Con la cirugía podemos extirpar completamente el tumor, lo que aliviará los síntomas asociados y prevendrá complicaciones futuras.
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